
Los grupos más altos en entidad corresponden con los que se perciben más amenazantes. Puesto que suponen una perdida de poder social, político-económico y una amenaza al bienestar real de los individuos. Además de suponer una amenaza también para los valores creencias y un sentimiento de indefensión en lo moral, las actitudes y costumbres.
¿Cómo es posible que se perciba a los grupos de inmigrantes como más amenazantes? La respuesta se encuentra relacionada con la perdida de identidad y la pérdida de recursos.
En relación con la pérdida de recursos, el individuo autóctono muestra una actitud repulsiva hacia el sector inmigrante, ya que piensa que este sector le va a privar de trabajo. Pero en realidad, las personas inmigrantes se encargan de los trabajos más duros y peor pagados, como pueden ser: el servicio doméstico, la agricultura, la construcción, la hostelería y la restauración. De ahí podemos resaltar el término “División étnica del trabajo” que nos acerca Solé (2001), que hace referencia a la agrupación de determinados colectivos de inmigrantes en trabajos concretos. A esta división se le puede agregar la segregación ocupacional en función del género, existe un fraccionamiento sexual del trabajo, en el cual las mujeres inmigrantes realizan las ocupaciones de menor status social y remuneración económica.
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